En el yacimiento de la Puerto de la Cadena en Murcia, un equipo de 20 paleontólogos ha identificado la presencia más reciente de cocodrilos en la península ibérica, lo que apunta a que la temperatura era mayor en el Plioceno temprano. La presencia de jiráfidos o macacos confirma que la fauna africana permaneció en Europa al menos hasta hace 4,9 millones de años.
Una reciente publicación de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) ha explicado cómo un tipo de comunidad compleja de microorganismos pudieron intervenir en las primeras etapas de formación de fósiles. El estudio se publica en Scientific Reports.
Investigadores españoles han comparado por primera vez las técnicas de análisis microscópicas para estudios de fósiles, centrándose en marcas de corte experimentales en huesos y usando reconstrucciones en 3D. Los resultados revelan que la microscopía confocal láser, la microscopía digital 3D y la microfotogrametría arrojan resultados similares.
Los primeros cetáceos pasaban tiempo tanto en el agua como en la tierra y su sistema auditivo era más parecido al de sus parientes terrestres –como cerdos, hipopótamos y camellos– que al de las ballenas actuales. Así lo asegura una nueva investigación, que ha analizado restos fósiles de 45 millones de años de antigüedad. Según los científicos, la especialización de la audición infrasónica o ultrasónica, tal como se observa en las especies modernas, evolucionó cuando se volvieron totalmente acuáticas.
Un equipo internacional de científicos ha trazado un escenario distinto para el comienzo de la historia humana. El análisis de dos fósiles del homínido extinto Graecopithecus freybergi demuestra que en realidad pertenecían a individuos prehumanos. Esta nueva hipótesis sobre el origen de la humanidad sugiere que el homínino más antiguo vivió en Europa.
Hace dos años el descubrimiento en Sudáfrica de una nueva especie de homínido la situaba en el origen del género Homo, en hace unos dos millones de años. Sin embargo, el hallazgo de nuevos restos fósiles de Homo naledi y el uso de técnicas de datación han permitido estimar que la especie vivió hace entre 226.000 y 335.000 años, mucho antes de lo que se pensaba, por lo que pudo coincidir incluso con los humanos modernos.
Un estudio de los fósiles de megafauna de la Edad de Hielo en Euroasia y América, liderado por la Universidad de Adelaida en Australia, demuestra que el aumento de la humedad ambiental, que se produjo por el deshielo del permafrost y de los glaciares, tuvo lugar justo antes de que muchas especies se extinguieran hace entre 11.000 y 15.000 años. Los pastos se convirtieron en pantanos, lo que pudo fragmentar a las poblaciones de grandes herbívoros.
Los parientes más antiguos de los dinosaurios se parecían más bien poco a estos animales prehistóricos. En un artículo publicado en la revista Nature, los científicos describen al primo más antiguo conocido de los dinosaurios, lo han denominado Teleocrater rhadinus y era un carnívoro, similar a un cocodrilo de más de dos metros de largo.
Hace 16 millones de años, el reptil Diplocynodon ratelii deambulada por ecosistemas boscosos entre lagunas y charcas en lo que hoy es Cataluña. Los fósiles hallados en el yacimiento de els Casots, en la cuenca del Vallès-Penedès, confirman no solo que se trata de los restos más recientes del género en la Península, sino que las temperaturas fueron en ese momento más elevadas que en la actualidad.
Diplocynodon ratelii, de aspecto muy similar a los caimanes actuales, acechaba presas de pequeño tamaño como roedores.