Cuando los fármacos no funcionan y la cirugía no es factible, el trasplante de células madre procedentes de la médula ósea del propio paciente se presenta como una alternativa eficaz para el tratamiento de esta enfermedad crónica. El procedimiento ha sido probado con éxito en EE UU e Italia, donde se ha demostrado la remisión total de la enfermedad en el 80% de los casos, y una mejora considerable en la calidad de vida del 20% restante. Desde agosto de 2008, el Clínic ha aplicado esta terapia a un total de seis personas.