La nube molecular de Perseo. / Gerhard Bachmayer
Un equipo de investigación hispanofrancés ha logrado identificar signos de la presencia de un 'primer corazón hidrostático' en una protoestrella de la nube molecular de Perseo. Se trata de una etapa crítica y agitada en la evolución de la nube protoestelar antes de acabar convirtiéndose en una estrella. Esta fase, de corta duración en escalas de tiempo astronómico, es muy difícil de observar.
Imagen de Antony Hewish, líder del equipo que descubrió el púlsar. / www.nobelprize.org
En las regiones donde nacen estrellas parecidas a nuestro Sol ya aparecen moléculas orgánicas complejas como la formamida, de la que pueden surgir azúcares, aminoácidos e incluso ácidos nucleicos, esenciales para la vida. Astrofísicos de España y otros países han detectado esta biomolécula en cinco nubes protoestelares y proponen que se forma sobre diminutos granos de polvo.
Nebulosa NGC1333, una de las regiones de formación estelar donde se ha detectado formamida. / NASA-Spitzer
La joven estrella W75N (B)-VLA2 está ayudando a un grupo internacional de astrónomos a entender cómo se pueden haber formado las estrellas más masivas del universo. El equipo, liderado por investigadores mexicanos y con participación española, ha observado a lo largo de 18 años esta estrella en formación que muestra el inicio de la expulsión de materia a través de un jet que regula su crecimiento.
Un equipo de investigadores europeos liderados desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía acaba de publicar un mapa del helio ionizado en la galaxia IZw18, que apunta a la presencia de estrellas peculiares similares a las primeras que brillaron en el universo. IZw18 destaca por su extrema escasez de elementos pesados, un rasgo típico de las galaxias primigenias.
Gracias al telescopio espacial Hubble y el VLT del Observatorio Europeo Austral (ESO), un equipo de investigadores del Centro de Astrobiología (CAB) y otros centros internancionales han localizado por primera vez las estrellas FS CMa en cúmulos y han determinado su edad. Se trata de unas enigmáticas estrellas masivas que pierden masa a una velocidad muy superior a la que predice la teoría.
La estrella US 780 viaja a unos 1.200 kilómetros por segundo por nuestra galaxia. Según un estudio internacional su origen está en un sistema binario, desde donde su compañera la expulsó a gran velocidad cuando estalló como supernova. El fenómeno ya lo habían predicho investigadores españoles hace unos años.