La historia evolutiva de las aves se remonta a un linaje de dinosaurios carnívoros que vivió a finales del Jurásico. Un equipo internacional, liderado desde la Universidad Autónoma de Madrid, ha estudiado la evolución de sus dedos a partir de su origen en estos reptiles no voladores.
Estos dinosaurios presentaban un cuerno facial, visión binocular y aperturas nasales tras la eclosión del huevo. Estos rasgos se transformaban con el paso a la edad adulta, según una investigación publicada en la revista Current Biology.
Estos fósiles de dinosaurios terópodos fueron encontrados en los afloramientos del Grupo Enciso de Igea, con una datación de entre 129 y 110 millones de años.
Un equipo de paleontólogos, liderado por españoles, analiza cómo evolucionó esta icónica estructura anatómica de los ceratopsianos, el grupo que incluye al famoso Triceratops, durante los 65 millones de años de existencia de estos animales. El trabajo revela que esta morfología se volvió cada vez más variable a lo largo de su evolución.
El asteroide que cayó en la Península de Yucatán en México hace 66 millones de años provocó un cráter de 180 km de diámetro y un evento de extinción a final del Cretácico. La vida de los organismos del fondo marino del cráter recuperó su abundancia y diversidad en tan ‘solo’ 700.000 años, según un nuevo estudio. La productividad biológica fue clave en el proceso.
Entre los animales más grandes que han pisado o volado sobre la faz de la Tierra figuran los dinosaurios y los pterosaurios, pero sus ancestros pudieron tener un tamaño muchísimo menor. Así lo sugiere el fósil de un pariente descubierto en Madagascar de tan solo 10 cm de altura: Kongonaphon kely, un 'pequeño asesino de insectos' que puede ayudar a explicar algunas de las características de sus gigantescos primos.
Apodado ‘pollo maravilla’, un pájaro, con apariencia similar a gallinas y patos y de unos 400 gramos de peso, vivió con los dinosaurios menos de un millón de años antes de que estos desaparecieran por el impacto del asteroide. Su cráneo fósil, el mejor conservado hasta el momento, aclara por qué las aves sobrevivieron al evento de extinción masiva a finales del Cretácico.
Hace 66 millones de años, en las tierras emergidas de Laurasia –en la actualidad, el hemisferio norte–, una tortuga terrestre primitiva de unos 60 cm logró sobrevivir al evento que mató a los dinosaurios. Fue la única en lograrlo en esta zona del mundo, según confirma un paleontólogo español que ha analizado sus peculiares fósiles hallados en Francia.
La comunidad científica ha debatido una y otra vez desde hace décadas la causa de la extinción de los dinosaurios no solo por la colisión de un asteroide, sino también por la actividad volcánica. Un nuevo estudio pone fin a este debate y rechaza el vulcanismo como detonante de la extinción del 70 % de las especies a finales del Cretácico.
Un equipo de científicos catalanes ha descrito los restos más antiguos de Europa de un dinosaurio lambeosaurino. Según el estudio, este curioso grupo de hadrosaurios llegó a Europa procedente de Asia unos 275.000 años antes de lo que se creía. Su irrupción en el continente europeo supuso importantes cambios en los ecosistemas del Cretácico europeo.