"Los buenos lectores aprenden de las señales auditivas repetitivas, los malos lectores no". Así lo indica una nueva investigación, publicada esta semana en la revista Neuron, que muestra cómo los niños y niñas con dislexia evolutiva tienen dificultades para separar la información auditiva relevante de los ruidos de fondo.
La voz del profesor se puede perder entre el ruido de fondo y no llegar a los alumnos con este tipo de dislexia.