Pfizer-BioNTech ya ha solicitado a la agencia estadounidense del medicamento autorización para usar su vacuna en niños de 12 a 15 años. La vacunación de niños y adolescentes contra la covid-19 les protegería a ellos de un riesgo pequeño pero cierto, y también a sus abuelos y a otras personas vulnerables de su entorno. Además, contribuiría a una escuela más segura.
Un nuevo estudio analiza el impacto de esta decisión en la situación epidemiológica de dos países europeos: Italia y Francia. Aunque la interrupción fuera de apenas unos pocos días, las consecuencias serían difíciles de paliar y se seguirían notando tanto en los fallecimientos como en la confianza ciudadana en las vacunas.
La Agencia Europea del Medicamento ha confirmado que la relación beneficio-riesgo global sigue siendo positiva para la vacuna de Janssen/Johnson & Johnson contra la covid-19, aunque sí ha encontrado una posible asociación con casos poco frecuentes de coágulos sanguíneos con plaquetas bajas.
El sondeo demoscópico, realizado del 5 al 14 de abril, pone de relieve que un 58,9 % de la población señala que la situación de pandemia le está afectando "mucho o bastante". Un 6,2 % de los entrevistados no quiere vacunarse, casi un punto más que en el estudio de marzo.
“Los reguladores deben hallar un equilibrio entre poner nuevos fármacos a disposición de los pacientes lo antes posible y recabar información suficiente sobre su calidad, seguridad y eficacia”, explica la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Un sistema cuidadosamente diseñado detecta cuanto antes eventos no esperados que los ensayos clínicos no podían advertir.