Aunque las enfermedades cardiovasculares congénitas representan el defecto de nacimiento grave más común, hasta el momento los científicos no habían identificado la variación que poseen los genes que las desencadenan. Ahora, un equipo de genetistas y cardiólogos ha descubierto una variación genética en el cromosoma 5 que aumenta de forma importante el riesgo de padecer estas enfermedades congénitas.
Estudios realizados por investigadores de la Universidad Politecnica de Madrid (UPM) muestran cómo la exposición al ruido puede producir alteraciones cardiacas sin que los sujetos aprecien síntomas de enfermedad.
La grasa es una fuente de células madre mesenquimales, que poseen una gran capacidad de regenerar el tejido vascular del corazón. Así lo indica una investigación española, dirigida por Francisco Fernández-Avilés, investigador del Hospital Gregorio Marañón, que va a ser presentada durante el ‘VII Simposio sobre Terapia de Células Madre e Innovación Cardiovascular’, que se celebrará en Madrid los días 6 y 7 de mayo.
Los peces óseos u osteictios, como el pequeño pez cebra (o danio cebrado), muestran una habilidad que para los mamíferos no es más que un sueño: si seccionamos un trozo de su corazón, nadarán con dificultad durante unos días, pero un mes después su estado será totalmente normal. Una de las preguntas que se plantea hoy la medicina regenerativa es por qué los humanos no pueden hacerlo.
En la imagen, el corazón de un pez cebra 14 días después de sufrir la amputación.
Imagen confocal de cardiomicitos identificados de pez cebra.
El medicamento LCZ696 es un receptor de la angiotensina (ARA) II y un inhibidor de la neprilisina (ARNI) que funciona de dos formas: permite que la sangre fluya más fácilmente y hace que los vasos sanguíneos se relajen y ensanchen, con lo que se reduce la tensión sanguínea. Ahora, un estudio confirma que es un "tratamiento satisfactorio para la hipertensión" que reduciría el consumo de medicamentos para este problema de salud.
Cuando los niños sufren un paro cardiaco fuera del hospital, la reanimación cardiopulmonar (RCP) realizada por los testigos presenciales incrementa la posibilidad de supervivencia. Así lo indica un estudio, publicado hoy en la revista The Lancet, que además muestra cómo, en casos de ahogamiento, la RCP más efectiva es la que incluye compresiones torácicas acompañadas de técnicas de respiración boca a boca.