La elaboración de nuevos medicamentos que puedan reducir el número de pacientes afectados por muerte súbita cardíaca ha iniciado un camino esperanzador. Un equipo de científicos de la Universidad de Jaén (UJA) ha descubierto dos moléculas o microRNAs que, modificadas, podrán servir para fabricar fármacos que traten dos tipos de arritmia altamente asociadas a este tipo de muerte, en concreto las patologías conocidas como el Síndrome de Brugada y el QT largo.
Un nuevo estudio, publicado esta semana en la revista Nature, proporciona una alternativa menos perjudicial para la desfibrilación cardiaca que utiliza un solo choque eléctrico de alta energía para restaurar el ritmo normal del corazón. El nuevo método supone un ahorro energético de más del 80% en comparación con la técnica estándar.
Si bien la depresión y la ansiedad se reconocen desde hace mucho tiempo como factores de riesgo para las dolencias cardíacas, existe menos certidumbre acerca de los efectos beneficiosos de un estado psicológico 'positivo'. Ahora, tras un estudio realizado sobre 8000 funcionarios británicos, los investigadores afirman rotundamente que una vida satisfactoria protege el corazón.
Según los resultados publicados en 'Circulation', una variante de calcineurina, que se encuentra de forma natural en células madre y en el embrión, es capaz de reducir el tamaño del infarto y mejorar la función cardiaca abriendo una nueva vía terapeútica.
José Luis Terreros Blanco, Subdirector General de Deporte y Salud del CSD.