Los niños son más vulnerables a los efectos de los elementos medioambientales. Así lo indica un nuevo estudio, publicado en Neuroimage, que muestra cómo la exposición a la contaminación del aire provocada por el tráfico se asocia a cambios de naturaleza funcional del cerebro, sin efecto evidente en la anatomía y la estructura cerebral o en los metabolitos de membrana.
Investigadores de la Universidad de Alicante han diseñado un nuevo compuesto para la eliminación de contaminantes en el agua y en el aire. Utilizando la nanotecnología han modificado el color de titanias (óxido de titanio) de blanco a negro para aprovechar sus excelentes aplicaciones medioambientales basadas en la luz solar.
Según un nuevo estudio, la carga de la mortalidad cardiovascular y respiratoria del ozono podría ser mucho mayor de lo que previamente se había reconocido. La exposición a largo plazo al ozono aumenta el riesgo de morir por enfermedad pulmonar en un 12%, por enfermedad cardiovascular en un 3% y por otras causas en un 2%. Para los autores, los resultados dan una imagen más clara sobre los efectos dañinos de la contaminación del aire.
Un estudio de la Universidad de Santiago de Compostela demuestra que las señales de contaminación por metales en el norte de la península ibérica se remontan al Calcolítico, y son los más antiguos detectados en dicho territorio.
Efectos de la actividad económica en el Mediterráneo. /Efe
Tras recoger varios ratones morunos en el Parque Nacional de Doñana y su entorno, investigadores de la Universidad de Córdoba han podido desarrollar una metodología innovadora para conocer las alteraciones que produce en las células la actividad humana agrícola e industrial. Gracias a los pequeños roedores, que han asumido el papel de bioindicadores en la investigación, el equipo demuestra que las células responden con más énfasis al estrés que producen las sustancias nocivas.
En Europa la contaminación atmosférica es el mayor riesgo medioambiental individual para la salud. Reduce la esperanza de vida de las personas y contribuye a la aparición de enfermedades graves como afecciones cardíacas, problemas respiratorios y cáncer. Según un nuevo estudio publicado hoy por la Agencia Europea de Medio Ambiente, la contaminación atmosférica fue responsable en 2012 de 524.000 muertes prematuras en Europa. En España la cifra asciende a 32.000.