Por primera vez en el mundo, científicos brasileños han detectado la presencia de esta droga en tiburones de Río de Janeiro. Los altos niveles de cocaína encontrados en sus tejidos se vinculan a vertidos desde el alcantarillado al mar.
Investigadores españoles han demostrado en ratones que la presencia de un estímulo social relevante reduce el interés por la cocaína. Los resultados subrayan cómo el apoyo social puede ser una herramienta clave dentro del tratamiento de la adicción a las drogas.
Amberes, Ámsterdam, Zúrich, Londres y Barcelona son las ciudades en las que más drogas se consumen, según un estudio liderado por la Universidad de Salamanca que ha analizado las aguas residuales de 120 ciudades de todo el mundo en busca de anfetamina, metanfetamina, éxtasis y cocaína.
La cocaína es la droga dominante en el sur y oeste de Europa, y su consumo ha experimentado un gran aumento en las localidades monitorizadas. / SINC
Una investigación realizada en ratones presenta evidencias experimentales sobre la posibilidad de usar una sustancia derivada del cannabis, el cannabidiol, como terapia en la adicción a la cocaína. Este trabajo permite comprender mejor el papel de este compuesto en las vías de señalización subyacentes a su consumo.
Un nuevo estudio confirma los efectos a largo plazo de la droga sintética MDPV, conocida como ‘caníbal’. El trabajo, liderado por investigadores de Cataluña, muestra cambios de comportamiento asociados con alteraciones de la expresión de factores directamente relacionados con la adicción.
Un nuevo estudio demuestra que a las personas que consumen cocaína les resulta más difícil olvidar intencionadamente. Los investigadores afirman que olvidar permite desechar la información innecesaria para permitir que otros recuerdos más relevantes sean codificados y almacenados con mayor eficacia.
Investigadores de las universidades Rovira i Virgili y Politécnica de Valencia han desarrollado dispositivos nonométricos que permiten detectar de manera rápida, sencilla y fiable la presencia de cocaína en la saliva o en cualquier otra solución acuosa. Se trata de una puerta molecular, que se abre en presencia de la cocaína, fabricada con alúmina nanoporosa.
Científicos valencianos y vascos han desarrollado un sistema que emplea nanopartículas de oro para detectar concentraciones muy bajas de cocaína. Según las pruebas que han desarrollado en laboratorio, en el caso de la cocaína se ha permitido llegar a niveles de detección nanomolar. El trabajo ha sido publicado en la revista Chemistry-A European Journal.
La molécula de cocaína viaja por la sangre con la ayuda de unidades hidrofílicas, pero cuando llega al cerebro pliega sus anclajes con el agua y se hace hidrofóbica, lo que facilita su entrada por la selectiva barrera hematoencefálica. Así lo han comprabado investigadores de las universidades de Oxford y Politécnica de Cataluña tras analizar la estructura atómica de esta molécula. El estudio abre la puerta al diseño de fármacos más eficaces para tratar enfermedades cerebrales.