Varias poblaciones del litoral de EE UU y China están en peligro por las subidas del nivel del mar que tendrán lugar si no se toman medidas de adaptación contra el cambio climático. Un estudio liderado por el Basque Centre for Climate Change sobre las 120 mayores ciudades del mundo alerta de la suerte que correrán grandes urbes como Nueva Orleans, Cantón, Shanghái, Boston o Nueva York.
La contaminación de los motores diésel tiene una relación directa con el riesgo de sufrir un ictus aterotrombótico, el tercer tipo más frecuente de accidente cerebrovascular. Así lo revela un estudio que ha analizado en Barcelona datos de casi 3.000 pacientes atendidos en el Hospital del Mar por un ictus entre los años 2005 y 2014.
Las ciudades europeas podrían evitar hasta 10.000 muertes prematuras ampliando las redes de carriles bici. Así concluye un estudio, publicado en Preventive Medicine, que asocia la longitud de la red de vías ciclistas con el tipo de transporte elegido y los beneficios para la salud. Así, Londres podría evitar hasta 1.210 muertes prematuras al año, seguida de Roma, con 433, y Barcelona, con 248.
El aumento de espacios verdes en las ciudades y la mejora de los elementos en los parques ayudan a moderar el efecto 'isla de calor' urbana y, por tanto, a elevar el confort térmico de los usuarios. Así lo revelan las simulaciones realizadas por una arquitecta de la Universidad Politécnica de Madrid planteando varios escenarios en un parque de Pekín.
Los microtemblores que generan la circulación del metro, el tráfico o incluso conciertos de rock y partidos de fútbol en el Camp Nou han podido ser identificados por un sismómetro instalado en Barcelona. La detección de estas vibraciones no naturales, imperceptibles para los humanos, permitirá a los científicos monitorizar determinadas actividades en los entornos urbanos y ayudará a los ingenieros a entender el comportamientos de los edificios.
La exposición a ríos o costas se asocia con un impacto positivo en la salud mental y en la promoción de la actividad física. Así concluye una revisión de 35 estudios, que destaca que los niveles de actividad física aumentan cuando las personas viven cerca de espacios azules.
Las personas que se desplazan en bicicleta para ir a trabajar o a estudiar tienen menos riesgo de sufrir estrés que las que se mueven mediante otro medio de transporte, según un nuevo estudio de ISGlobal de Barcelona. La investigación señala que el diseño urbano debería adecuarse para potenciar el uso de este medio de transporte.
Investigadores de la Universidad de Alcalá han estudiado la relación entre el nivel socioeconómico y cómo son de caminables las 2.415 secciones censales de Madrid ciudad. La investigación concluye que esta relación es inversa y muy significativa: cuanto mayor es el nivel socioeconómico de un barrio, menos transitable es. Esta ventaja de las zonas con menor nivel socioeconómico desaparece con la gentrificación –en casos como Lavapiés y Chueca– y en los barrios de nueva construcción.
La mayor parte de dióxido de carbono emitido a la atmósfera procede de las ciudades, por lo que la planificación urbana se convierte en una de las estrategias más potentes para mitigar el impacto ambiental. En este sentido, un grupo de científicos españoles ha desarrollado una nueva metodología para estudiar la huella del diseño urbano en las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por las ciudades.
Investigadores de la Universidad Rovira i Virgili, en Tarragona, han desarrollado un método que facilitará a los ayuntamientos que cobran a los vehículos por circular por el centro urbano la imposición de tasas más justas. El modelo analiza datos en tiempo real para determinar los puntos concretos atascados en cada momento, de modo que solo paguen los usuarios que pasen por esos puntos, y no los que circulen por otras zonas descongestionadas del interior de la ciudad.