Este biólogo y su equipo trabajan para desvelar la estructura de las distintas tijeras moleculares y así afinar la edición genética. Es también cofundador de TwelveBIO, una spin off de la Universidad de Copenhague, creada con el objetivo de mejorar el diagnóstico y el tratamiento con herramientas CRISPR, que acaba de ser adquirida por una empresa estadounidense.
Una de las tijeras genéticas CRISPR más conocidas utiliza la proteína Cas9 para seccionar el genoma del virus invasor en zonas concretas. Ahora, investigadores estadounidenses y alemanes han identificado otra, llamada Cas12a2, que corta de forma indiscriminada las moléculas de ADN y ARN de la propia célula infectada hasta acabar con ella. El hallazgo podría aplicarse en el diagnóstico de enfermedades víricas.
Este sistema, desarrollado por investigadores del CSIC y la Universidad de Valencia, aúna la rapidez de los test de antígenos y la precisión de las PCR para detectar el SARS-CoV-2 mediante la herramienta de edición genética CRISPR Cas9.
Investigadores de EE UU han logrado editar las células que recubren las paredes de los vasos sanguíneos en un modelo de ratón. Para ello, han desarrollado una nanopartícula que hace llegar la herramienta de corta-pega genético CRISPR Cas9 a estas células. El avance tiene un gran potencial para el tratamiento de enfermedades, incluido el síndrome de dificultad respiratoria aguda causado por la covid-19.
Investigadores de EE UU liderados por Feng Zhang, uno de los pioneros del corta-pega genético, han descubierto una clase de nucleasas que podrían ser los ancestros de las más utilizadas, Cas9 y Cas12. Su pequeña longitud permitiría facilitar el proceso.
Por primera vez, investigadores estadounidenses han editado con CRISPR Cas 9 las células inmunitarias de personas con tumores avanzados, sin efectos adversos. Aunque ninguna respondió a la terapia, las células modificadas persistieron en sus cuerpos nueve meses después de ser inyectadas.
Científicos de la Universidad de Copenhague, liderados por el español Guillermo Montoya, han descrito cómo funciona una de las tecnologías CRISPR, denominada Cas12a, a nivel molecular. Este avance permitirá afinar el proceso de edición genética para lograr solo los efectos deseados.
Científicos de la Universidad de Copenhague, liderados por el español Guillermo Montoya, están investigando las características de diferentes bisturíes moleculares de CRISPR para tratar de avanzar en lo que llaman la ‘navaja suiza’ de la edición genética. El equipo ha logrado visualizar las estructuras atómicas de las proteínas Cpf1 y Cas9 y ha comprobado sus particularidades a la hora de cortar el ADN, que las hacen idóneas para diferentes usos en el corta-pega genético.
Varios laboratorios norteamericanos, surcoreanos y chinos, coordinados por el prestigioso embriólogo y especialista en primates Shoukhrat Mitalipov, de la Oregon Health & Science University en EE UU, acaban de generar 142 embriones humanos para investigar en ellos la posibilidad de corregir la mutación en un gen de la miocardiopatía hipertrófica mediante las herramientas CRISPR. A pesar de los sorprendentes hallazgos, la edición genética en embriones no debería ser por el momento un procedimiento de elección.
Ávida de nuevos descubrimientos e insaciable investigadora, la francesa Emmanuelle Charpentier es una de las científicas más reconocidas por el desarrollo de la herramienta CRISPR Cas9 de corta-pega genético. Aunque la técnica esté en constante evolución, Charpentier espera que en unos años su laboratorio produzca hallazgos más allá de una tecnología que modifique el ADN para tratar enfermedades causadas por bacterias resistentes a antibióticos.