El cambio climático perjudica a la salud. Así de tajantes se muestran Cristina Linares Gil y Julio Díaz, investigadores que llevan años estudiando el impacto sobre las vidas humanas tanto del frío como del calor extremos. Este año, en el Instituto de Salud Carlos III han creado una unidad de referencia en cambio climático, salud y medio ambiente urbano.
Las olas de calor, con consecuencias fatales para la salud y la vida en las regiones que la sufren, son cada vez más frecuentes. Manola Brunet, directora del Centro en Cambio Climático (C3) asegura que tendremos que ir adaptándonos a olas de calor más extremas y a olas de frío menos severas por la crisis climática.
Por primera vez se ha revisado la evidencia científica sobre cómo afecta al riesgo de incendio y los servicios ecosistémicos de los bosques mediterráneos el aumento o recesión de la temperatura de 2 ºC respecto a niveles preindustriales.
Las temperaturas han llegado a superar los 45 grados Celsius en el noroeste de EE UU y oeste de Canadá. La Organización Meteorológica Mundial advierte que con la crisis climática, eventos excepcionales como estos se vuelven más comunes y prolongados, lo que supone una amenaza para la salud de las personas, la agricultura y el medio ambiente.
Los principales cambios climáticos de los últimos milenios estuvieron precedidos y acompañados de variaciones de los flujos de polvo sahariano. Un estudio internacional, liderado por la Universidad Complutense de Madrid, ha analizado los cambios ambientales y climáticos del exterior de la cueva de Ojo Guareña (Burgos) y en las estalagmitas que crecieron en su interior, para reconstruir los flujos de este polvo de los últimos cinco milenios.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha condenado a España por no cuidar los hábitats protegidos de Doñana ni evitar las extracciones de agua que dañan su ecosistema. Según el director de la Estación Biológica, urge “un plan ambicioso a medio plazo, un Doñana 2030, que permita estabilizar y recuperar lo que se está deteriorando a gran velocidad”.
Las aves migratorias contribuyen a diseminar semillas de plantas a larga distancia, pero la mayoría de árboles y arbustos europeos son esparcidos por latitudes más cálidas al sur, que pronto sufrirán mayores aumentos de temperatura debido a la crisis climática.
La conservación de las especies vegetales en un escenario de cambio global va a depender de la capacidad de los individuos para adaptarse y aclimatarse a las nuevas condiciones.
Las regiones árticas y subárticas, las más afectadas por la subida de las temperaturas, tienen las mayores reservas de carbono terrestre. Estas zonas se están calentando a un ritmo aproximadamente dos veces superior a la media mundial.
Estos galardones han distinguido a la ingeniera Nuria Oliver, a la astrofísica Licia Verde, al economista Antonio Cabrales, al biólogo molecular Eduard Batllé, al biólogo Fernando Valladares y al empresario Benito Jiménez Cambra.