De izquierda a derecha, Fernando González Taboada y Ricardo Anadón en el laboratorio. Foto: UCC+i FICYT
Representación de rango estacional, periodo de estratificación y días de máximas y mínimas estacionales. Imagen cedida por R. Anadón y F. G. Taboada
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) publica un estudio que afirma la “extinción funcional” de Posidonia oceánica en el mar Mediterráneo a partir del 2050. La previsión de los investigadores se debe al calentamiento del agua superficial de las aguas.
Hasta ahora, la comunidad científica sospechaba que el aumento de los niveles de CO2 y el calentamiento global que puso fin a la Edad de Hielo (hace 10.000 años) estaban relacionados. Un nuevo estudio internacional, financiado por la Fundación Nacional de Ciencia de EE UU y publicado esta semana en la revista 'Nature', confirma esta relación causa-efecto.
Las emisiones globales de dióxido de carbono, principal responsable del calentamiento global, no sólo no han descendido, sino que pueden llegar a alcanzar niveles récord en 2010. Así lo confirma un estudio internacional dirigido por la Universidad de Exeter (Reino Unido), y que forma parte de la actualización del presupuesto anual del carbono del Proyecto Global del Carbono.
Investigadores suecos han analizado el efecto de la temperatura en el almacenamiento del carbono orgánico de los lagos boreales suecos y concluyen que el calentamiento global conllevará a una mayor mineralización y a una menor absorción del carbono orgánico en los lagos. El estudio, que se publica en el último número de la revista Nature, demuestra que para 2100 el almacenamiento de carbono orgánico descenderá una media anual de entre el 4 y el 27% si las temperaturas siguen aumentando.
Científicos del CSIC y de la Queen Mary University demuestran que a partir de un cierto incremento de temperatura los ecosistemas que fijan carbono expulsan más CO2 del que retienen. Según explican, un aumento de la temperatura global para mediados de siglo de 4 grados haría que los ecosistemas que actúan como sumideros de CO2 para mitigar el cambio climático se conviertan en fuentes de CO2. El trabajo se ha publicado en la revista Philosophical Transactions of the Royal Society of London B, y es destacado esta semana en las noticias de la revista Nature.
Investigadores españoles han desarrollado un nuevo índice de sequía que considera los efectos de la pluviosidad y el calentamiento térmico, lo que permite cuantificar los efectos del calentamiento global. El indicador, llamado Índice Estandarizado de Precipitación y Evapotranspiración (SPEI, en sus siglas en inglés), cuantifica de forma numérica la intensidad, magnitud y duración de la sequía, además de su extensión superficial, momento de inicio y final.
Los efectos de la carencia de agua en el mundo.