Un equipo de arqueólogas de la Universidad de Granada ha realizado excavaciones en la cueva balear de Biniadrís (Menorca) hasta hallar un centenar de cuerpos. Su investigación ha permitido identificar rituales fúnebres de sociedades prehistóricas hace entre 3.300 y 2.600 años, que consistían en teñir del pelo de los cuerpos en color rojizo, el uso de elementos cerámicos en los rituales o la apertura de orificios en el cráneo de los cadáveres.
La escasez de vegetación en el Paleolítico obligaba a restringir el uso de la madera. Un estudio llevado a cabo en la cueva de Coímbre (Asturias), en el que ha participado la Universidad Complutense de Madrid, ha demostrado que los seres humanos de hace 25.000 años, además de para fabricar herramientas u obras de arte, aprovechaban al máximo los huesos de los animales como combustible para aumentar la durabilidad de sus hogueras.
Un estudio liderado por la Universidad del País Vasco ofrece nuevas perspectivas sobre las diferentes prácticas mortuorias de los humanos del Neolítico en Europa Occidental. Los investigadores plantean que las clases inferiores eran enterradas en cuevas. En cambio, para los individuos de mayor rango se reservaban fosas monumentales, cuya construcción implicaba una considerable inversión de mano de obra.
Científicos de la Universidad de Oviedo, en colaboración con investigadores de la Universidad de Burdeos, han creado un algoritmo para valorar las imágenes geofísicas que se emplean en los estudios del subsuelo. Con este modelo matemático se ha logrado determinar la estructura geológica y geofísica de la cueva francesa de Lascaux, que podría tener cavidades desconocidas.
Investigadores de la Universidad de Almería han desarrollado una aplicación que analiza segundo a segundo la situación exacta de grutas durante visitas guiadas. Su instalación en la cavidad de El Soplao en Cantabria permitirá a los organismos gestores adaptar medidas de forma inmediata para evitar los daños de las visitas masivas.
Hace dos años el descubrimiento en Sudáfrica de una nueva especie de homínido la situaba en el origen del género Homo, en hace unos dos millones de años. Sin embargo, el hallazgo de nuevos restos fósiles de Homo naledi y el uso de técnicas de datación han permitido estimar que la especie vivió hace entre 226.000 y 335.000 años, mucho antes de lo que se pensaba, por lo que pudo coincidir incluso con los humanos modernos.
Un equipo de arqueólogos ha utilizado dataciones radiométricas mediante acelerador de masas para precisar la edad de las pinturas rupestres de Cova Eirós (Triacastela, Lugo), que se remontarían a hace 9.000 años. La nueva información apunta a que este es el yacimiento con arte más antiguo de Galicia.
Un equipo de científicos, liderado por el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social, ha identificado las primeras evidencias culturales fuera de África atribuidas a los humanos anatómicamente modernos. Se trata de un conjunto de herramientas de piedra, de una antigüedad de hasta 54.000 años, encontradas en la cueva de Kaldar (Irán). Han hallado herramientas de piedra asociadas a restos faunísticos en un nivel datado por Carbono 14 entre 36.000 y 54.000 años de antigüedad.
Miles de huesos de animales enterrados en la cueva de Covalejos (Cantabria) revelan que neandertales y sapiens seguían estrategias de caza similares hace entre 45.000 y 25.000 años. La investigación, en la que participa la Universidad Complutense de Madrid, muestra cómo la cueva fue el lugar elegido por ambas especies para tratar las piezas cazadas y comer de forma recurrente.