Las consecuencias de la crisis climática para nuestra salud son reales: existe una relación directa con las pandemias y un previsible aumento de ciertos tipos de cáncer. Lo cuenta el científico Juan Fueyo en su libro Blues para un planeta azul, donde advierte que estamos ante el último desafío de la civilización para evitar el abismo del calentamiento global.
Han identificado una vía para saber si el medicamento de quimioterapia paclitaxel será o no recomendable para el paciente oncológico. El trabajo no es aplicable inmediatamente, se necesitan más estudios epidemiológicos y clínicos.
La Comisión de Oncología de la revista The Lancet calcula que en los dos últimos años se han quedado sin diagnosticar un millón de casos de cáncer en Europa, debido al impacto de la covid-19. Por ello, reclama que se duplique el presupuesto de investigación en este ámbito y que se refuerce la sanidad pública.
Científicos del IRB Barcelona han identificado las células tumorales residuales que, después de la extirpación de un tumor primario colorrectal, hacen que reaparezca el cáncer en otros órganos, como el hígado y el pulmón. La investigación en ratones demuestra que la inmunoterapia temprana, anterior a la cirugía, permite eliminar estas células antes de que hayan iniciado la metástasis y evitar así una recaída.
El equipo del CNIO ha descubierto que el sistema inmunitario de la mujer genera de forma natural una fuerte respuesta antiinflamatoria que combate los tumores; entender cómo lo logra ayudará a estimular el sistema inmunitario en otros casos, dicen los investigadores.
Científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas han descubierto que una alteración que afecta al gen VAV1 es clave en el desarrollo de estos tumores y desempeña funciones protumorales distintas según el órgano en el que surge.
Estos premios también han galardonado a investigadores de larga trayectoria como el experto en cáncer Mariano Barbacid, la química Ana Martínez Gil y el filósofo Daniel Innerarity.
Una investigación liderada por un equipo del Instituto Hospital del Mar de Barcelona ha determinado el papel de las células que contribuyen a la formación de los tejidos, los fibroblastos, en la capacidad de los tumores de generar resistencia al tratamiento biológico más habitual dirigido contra la proteína HER2.
Cuando Henrietta asistió al Hospital Johns Hopkins en Baltimore en enero de 1951, el único en el área que trataba a afroamericanos en ese momento, no sabía que lograría una especie de ‘inmortalidad’. Sus células cancerosas, extraídas sin su consentimiento y denominadas HeLa por sus iniciales, se han usado en más de 70.000 estudios, en campos como el cáncer, la biotecnología o la inmunología.
La bióloga Ana Cuadrado utiliza las células inmortales de Henrietta Lacks para estudiar los mecanismos moleculares relacionados con el control de la división celular, la replicación del ADN y la respuesta de las células cancerosas a fármacos antitumorales. Como ella, miles de científicos en el mundo siguen utilizando las células de esta mujer afroamericana, que murió un 4 de octubre de hace 71 años de cáncer de útero y cuyas muestras fueron extraídas sin su permiso.