El geólogo y matemático Raúl Merinero describe cómo un estudio detallado sobre minerales de hierro (pirita y óxidos de hierro) ha permitido establecer las condiciones ambientales bajo las cuales se desarrolla la vida en el interior de sedimentos ricos en metano del fondo marino del Golfo de Cádiz, un hábitat en principio inhóspito para la actividad biológica.
La manera de reparar las murallas de Cádiz apenas ha cambiado desde el siglo XVII