Un estudio realizado en España cuantifica las alteraciones genéticas que aportan las principales terapias contra el cáncer en las células de los pacientes. Se trata del primer paso para comprender los efectos secundarios a largo plazo y optimizar los tratamientos contra el cáncer.
La UE suprimirá los tickets de caja después de las evidencias de que contienen disruptores endocrinos. / Álvaro Muñoz Guzmán, SINC
Olea durante la entrevista. / Álvaro Muñoz Guzmán
Buscar nuevas formas de eficacia del nintedanib, un fármaco antiangiogénico y antifibrótico para el tratamiento del cáncer de pulmón. Este es el objetivo de un nuevo estudio que identifica los mecanismos moleculares que hacen que este medicamento no sea eficaz contra el carcinoma escamoso, así como determinar la implicación del tabaco en esta falta de efectividad.
Investigadores españoles emplean nanopartículas que atacan selectivamente en unmodelo animal a las células malignas en el tratamiento del linfoma no-Hodgkin, sin efecto alguno sobre las sanas. Dicha nanopartícula puede ser desarrollada como un nuevo fármaco que podría ser utilizada en el 40 % de los pacientes que no responden a la terapia actual.
Una de las causas de enfermedad es la acumulación de células viejas que con el tiempo resultan perjudiciales. Ahora, investigadores españoles, liderados por Manuel Collado, han descubierto un fármaco que podría eliminarlas: la digoxina, muy tóxica, pero usada controladamente en enfermedades cardiacas.
Marta Sala y Roger Guimerà forman el equipo investigador que participó en este proyecto./ URV
Investigadores del CNIO han descubierto que la enzima FASN, sobreexpresada en numerosos tipos de cáncer, es crucial para que se produzca uno de los procesos esenciales por el cual una célula normal se transforma en cancerosa. Bloquear FASN en un modelo animal de cáncer de mama agresivo retrasó la aparición de tumores y amplió su supervivencia en un 68 %.
Un gen mutado llamado KRAS puede ocasionar muchos de los tumores de pulmón y colon. Ahora, la firma biotecnológica estadounidense Amgen ha desarrollado el primer medicamento capaz de inhibir la actividad de este este oncogén. Ya se ha probado con éxito en ratones y en una muestra pequeña de humanos.
Un equipo de investigadores ha imitado en el C. elegans mutaciones genéticas que se encuentran en tumores humanos de mama, próstata y leucemias. Así han identificado vulnerabilidades que servirán para desarrollar terapias más eficaces.