Un trabajo, con participación del CSIC, indica que estos cambios dependen de la deforestación, el calentamiento global, la duración de la estación seca y la disminución de las lluvias.
La genotoxicidad implica alteraciones negativas en el material genético de una célula. En el caso de las aves es como si el manual que les indica cómo crecer, cantar, volar o funcionar correctamente se desorganizara o deteriorara.
Un estudio internacional liderado por el CREAF determina que la biodiversidad del sotobosque europeo se ha mantenido estable en los últimos 40 años, aunque ha habido extinciones y nuevas aportaciones a escala local. Brezos, leguminosas y orquídeas han perdido especies. Sin embargo, amarantas, juncias y rosas las han ganado.
Un equipo de la estación experimental del Zaidín-CSIC han estudiado la evolución de las comunidades microbianas existentes en bosques mediterráneos afectados por incendios. La zona de investigación ha sido Lanjarón, en el Parque Natural y Nacional de Sierra Nevada, que sufrió un gran fuego en 2005.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona han identificado en laureles unas marcas hechas intencionadamente entre cinco y diez años antes del inicio de la construcción del poblado neolítico de Banyoles, hace 7 200 años. El hallazgo permite corroborar la presencia, en la zona, de grupos humanos que seleccionaban, marcaban y controlaban los bosques, años antes de establecerse.
La falta de agua en la cuenca amazónica se está viendo agravada por el cambio climático, la deforestación y la agroganadería intensiva. Según un estudio reciente en el que han participado científicos españoles, algunas especies están al límite de su capacidad de adaptación, lo que reduce su potencial para almacenar carbono.
El aumento de eventos climáticos extremos, junto al abandono de los usos tradicionales del territorio, intervienen en la recuperación de estas masas forestales ricas en especies frente a las monoespecíficas donde solo domina una. Estos resultados, de un estudio liderado por la Universidad Complutense de Madrid, pueden considerarse en políticas de gestión y conservación de la naturaleza actuales.
El efecto del calentamiento global en la productividad de los bosques ha pasado de positivo a negativo en los últimos 25 años. El aumento de temperatura conlleva mayor estrés hídrico estival, según refleja el análisis del crecimiento de tres especies de pino durante ocho décadas liderado por la Universidad Complutense de Madrid.
El 2021 ha sido un año excepcionalmente seco en todo el territorio catalán, exceptuando la mitad sur. Según un informe del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales, solo se han registrado 1.440 hectáreas forestales recuperadas, en comparación con las 10.300 de 2020, un año que fue extraordinariamente lluvioso.