El aumento de eventos climáticos extremos, junto al abandono de los usos tradicionales del territorio, intervienen en la recuperación de estas masas forestales ricas en especies frente a las monoespecíficas donde solo domina una. Estos resultados, de un estudio liderado por la Universidad Complutense de Madrid, pueden considerarse en políticas de gestión y conservación de la naturaleza actuales.
Una investigación liderada por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha observado una tendencia general de cambio en la composición y dominancia de los bosques ibéricos con el aumento en superficie de los bosques mixtos, donde no existe una dominancia clara de una especie sobre otra, en detrimento de los bosques monoespecíficos en los que domina una sola especie.
El uso intensivo del territorio mediante la agricultura, ganadería y silvicultura ha modelado los bosques españoles durante siglos favoreciendo las formaciones arbóreas monoespecíficas frente a las mixtas.
“Debido a factores del cambio global como el abandono de los usos tradicionales y el aumento de eventos climáticos extremos como sequías e incendios forestales por el cambio climático, los bosques mixtos vuelven a recuperar terreno. Por ello hay que tenerlos en cuenta en las políticas de gestión y conservación de la naturaleza”, justifica Rut Sánchez de Dios, investigadora del departamento de Biodiversidad, Ecología y Evolución de la UCM.
En el estudio, publicado en Ecosystems, también participa el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA-CSIC). A partir de un trabajo de cartografía de hábitats forestales encargado por el Ministerio para la Transición Ecológica, las investigadoras de la UCM advirtieron que una parte importante de la superficie forestal española no se podía encuadrar en las clasificaciones clásicas de bosques españoles que hacen referencia en su mayor parte a bosques monoespecíficos (encinares, alcornocales...) porque se trataba de bosques mixtos.
Para demostrar el aumento de bosques mixtos frente a los monoespecíficos, las investigadoras han utilizado la base de datos del Inventario Forestal Nacional que recoge de forma periódica desde 1990 hasta nuestros días información detallada sobre nuestros bosques.
El trabajo señala qué tipo de bosques y zonas de la península ibérica han sufrido mayor cambio. Por ejemplo, confirma el cambio a largo plazo de bosques dominados por una única especie de pino a bosques donde el pino comparte dominancia con otras especies de frondosas.
Además, se apunta a la región atlántica –norte y noroeste peninsular– como el territorio donde estos cambios se están produciendo con mayor frecuencia.
El aumento de especies invasoras y de los eventos climáticos extremos podrían desajustar la tendencia natural de mayor resiliencia de los bosques mixtos
“Casi todos los estudios científicos consultados apuntan hacia una mayor resiliencia de los bosques mixtos frente al cambio global. Sin embargo, nuevos factores de cambio global como el aumento de especies invasoras y de eventos climáticos extremos podrían desajustar esta tendencia natural”, recuerda Laura Hernández, investigadora de la UCM y del INIA-CSIC.
¿Son estas masas mixtas meras etapas de transición en la sucesión ecológica hacia fases más maduras constituidas por bosques monoespecíficos como defienden algunos autores? “El siguiente paso de la investigación sería demostrar que estos bosques mixtos son, en muchos casos, etapas maduras estables y que están aquí para quedarse”, concluye Hernández.
Referencia:
Sánchez de Dios, R., DeSoto, L., Cortón, B. et al. “The Renaissance of Mixed Forests? New Insights Into Shifts in Tree Dominance and Composition Following Centuries of Human-induced Simplification of Iberian Forests”. Ecosystems (2023)