Investigadores de la Universidad Pompeu Fabra han diseñado nuevas estrategias de modificación de organismos que ayudarán a contrarrestar el impacto de los humanos sobre la Tierra. Los autores de este trabajo han estudiado la situación de los ecosistemas semidesérticos, donde el aumento de temperatura provocará una transición brusca hacia el estado desértico
Una nueva perspectiva que evalúe en toda su complejidad los problemas de contaminación y sus posibles soluciones es esencial para alcanzar estrategias de biorremediación eficaces. La biología de sistemas y la biología sintética ofrecen las herramientas necesarias para implementar este nuevo enfoque, según un artículo publicado por investigadores del Centro Nacional de Biotecnología. Este planteamiento abre las puertas al uso de microorganismos para reducir cambios globales como el cambio climático.
Investigadores de la Universidad Pompeu Fabra han creado un circuito bacteriano que responde al aprendizaje asociativo: ante un estímulo determinado, las bacterias muestran un comportamiento condicionado. El estudio permitirá avanzar en la ingeniería del microbioma humano, un campo muy útil para el tratamiento de enfermedades complejas.
Rediseñar una vida con nuevas potencialidades modificando su código genético podría ser la trama de una película de ciencia ficción. Ahora, un equipo de la Universidad de Harvard ha logrado ‘hackear’ el ADN de la bacteria Escherichia coli reduciendo de 64 a 57 el número de codones. Un organismo recodificado podría tener funcionalidades jamás vistas en la naturaleza y ahorrar gastos en la industria farmacéutica, dicen los autores.
Los riñones humanos fabricados mediante impresora 3D son un ejemplo actual de la biología sintética y la ingeniería de tejidos, disciplinas que se basan en imitar órganos y funciones ya existentes. Pero, ¿podrían crearse nuevos órganos que mejoren estas funciones? Científicos de la Universidad Pompeu Fabra han evaluado estos límites y definen un morfoespacio que contempla todas las formas y funciones biológicas posibles para organizar el universo de órganos naturales y artificiales. El estudio revela un espacio vacío en su interior que supondría un amplio abanico de posibilidades biológicas inexploradas por la evolución.
Un equipo internacional de investigadores ha desarrollado un genoma bacteriano mínimo, que apenas cuenta con 473 genes, todos necesarios para la vida. El hallazgo, publicado esta semana en Science, muestra la versión final, apodada JCVI-syn3.0, el genoma más pequeño hasta la fecha capaz de replicar de forma autónoma cualquier célula.
Investigadores de la Universidad Pompeu Fabra diseñan dispositivos biológicos capaces de responder a varias señales externas, abriendo así la posibilidad de ser utilizados como sensores de biomoléculas o en la generación de sustancias como fármacos u hormonas. De este modo, el nuevo estudio describe cómo evitar los problemas asociados a la creación de circuitos biológicos.
El Laboratorio de Sistemas Complejos de la Universidad Pompeu Fabra ha desarrollado y validado experimentalmente un modelo matemático que predice la carga extra de trabajo que supone la expresión genética de un gen cuando es introducido en un organismo. Sorprendentemente, la fórmula matemática obtenida es equivalente a la ley de Ohm que determina el voltaje de un circuito eléctrico.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid utilizan la biología como tecnología para la construcción de dispositivos biológicos sintéticos con comportamientos de máquina.
Propuesta de un circuito XOR