Los bebés del Neolítico fueron alimentados con leche de ovejas o cabras usando vasijas equivalentes a los biberones modernos. Un equipo de científicos ha encontrado evidencias de este destete prehistórico en recipientes hallados en tumbas infantiles en Alemania.
La decisión de dar teta o biberón es una de las que más inquietan a las madres recientes. Una opción personal se ha convertido en objeto de un debate social donde se cruzan razones científicas con modelos de crianza y conciliación. Mientras unos acusan a las que no amamantan por privar a sus bebés de una fuente de salud y apego, otros murmuran cuando un niño con dientes baja el sostén a su madre. Hoy nadie duda de los efectos positivos de la lactancia materna; sin embargo, algunos estudios cuestionan sus propiedades protectoras a largo plazo.
Biberón (Siglo I-II). A lo largo de la Historia, los diseños de los biberones han experimentado muchas variaciones, desde los que presentaban dos orificios, hasta los actuales con tetina. / MUNCYT