Los instrumentos científicos desplegados actualmente en el planeta rojo podrían carecer de la sensibilidad necesaria para identificar posibles rastros de vida. Así lo revelan investigadores del Centro de Astrobiología tras analizar un antiguo lecho fluvial en Piedra Roja (Chile), un paraje desértico geológicamente similar al cráter marciano Jezero donde opera el rover Perseverance.
Hace 1.000 años, algunas especies de loros y guacamayos procedentes de la Amazonía se criaban en los oasis del desierto de Atacama en Chile para explotarse comercialmente, según un nuevo estudio. Los científicos creen que se mantuvo a estas aves para producir plumas.
Hacía más de cinco siglos que no llovía en el corazón hiperárido del desierto de Atacama (Chile) pero lo ha hecho en los últimos tres años, probablemente por los efectos del cambio climático. Como consecuencia se ha producido la devastación de su comunidad bacteriana adaptada a la sequía, un suceso que científicos españoles han analizado para estudiar si algo parecido pudo ocurrir en Marte.
La taruka en Chile, una especie de ciervo sudamericano de tamaño medio, se encuentra en alto riesgo de conservación, según un nuevo estudio liderado por la Universidad Autónoma de Madrid. Al identificar las zonas más relevantes y sensibles para este animal en los límites del desierto de Atacama, los científicos revelan que la distribución potencial se extiende en territorios donde la protección es escasa.
Los burros asilvestrados pueden llegar a ser un problema para los herbívoros silvestres, ya que son capaces de establecer poblaciones grandes y consumir cantidades nada despreciables de forraje. Sin embargo, burros, vicuñas y guanacos comparten vastos territorios desérticos del norte de Chile sin competir aparentemente por el alimento, ya que seleccionan hábitats diferentes a pequeña escala, según un estudio en el que participa la Universidad Autónoma de Madrid.
El lago seco de Atacama, en Chile. En el horizonte, el volcán Licancabur / Francisco Mocellin
Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales participarán en el proyecto de la NASA ‘Habitable Words Program 2015’ cuyo principal objetivo es determinar los factores que impulsan la colonización de los hábitats microbianos endolíticos en uno de los desiertos más secos de la Tierra. La organización pretende utilizar los conocimientos sobre la historia de la Tierra y de la vida como una guía.
Un punto denominado María Elena en el desierto de Atacama, al norte de Chile, es el lugar más seco del mundo, según un nuevo estudio. Las características de este enclave son análogas a las de Marte, pero los científicos han hallado allí nuevas especies de bacterias, empujando la frontera de las condiciones mínimas necesarias para la vida y abriendo nuevas posibilidades en el campo de la astrobiología.