Tras su despegue en el lanzador de la compañía estadounidense ULA, el módulo de aterrizaje Peregrine, cargado de instrumentos de la NASA y diminutos robots de una misión mexicana, ya viaja hacía la cara oculta de nuestro satélite, donde llegará el 23 de febrero. El cohete también lleva cenizas y muestras de ADN para una empresa especializada en 'enterramientos' espaciales.
Los 33 motores del gigantesco cohete Super Heavy se encendieron, la plataforma de lanzamiento quedó en buen estado y la nave se separó correctamente del propulsor, aunque al final los dos explotaron por separado. El espectacular despegue fue seguido desde ambos lados de la frontera entre EE UU y México.
Cursos de ciencias, inmersiones en la piscina para simular paseos espaciales, entrenamiento de supervivencia este invierno en los Pirineos, superar la centrifugadora y los vuelos parabólicos forman parte del entrenamiento de este ingeniero español, que también aprende ruso y a poner una vía intravenosa. El objetivo es viajar a la Estación Espacial Internacional entre 2026 y 2030, sin dejar de soñar en poner luego un pie en la Luna.
Durante una presentación de las naves del programa lunar Artemis, el administrador de la NASA, Bill Nelson, ha declarado: "No quiero que China llegue primero al polo sur y diga: 'Es nuestro, fuera'. Queremos estar seguros de que está disponible para todos y proteger los intereses de la comunidad internacional".
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha reunido con el administrador de la NASA, Bill Nelson, durante la firma por parte de la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, de la adhesión al programa Artemis. El proyecto contempla la cooperación científica entre varios países para la vuelta a la Luna y los futuros vuelos tripulados a Marte.
Los presidentes Joe Biden y Pedro Sánchez tratarán este viernes, entre otros asuntos, sobre la decisión del Gobierno español de unirse a los Acuerdos Artemis, un esfuerzo internacional liderado por Estados Unidos para llevar seres humanos a la Luna en 2025 y ampliar luego la exploración espacial más allá. La noticia la ha adelantado un alto funcionario estadounidense.
La tripulación incluye a la primera mujer y el primer hombre negro en viajar alrededor del satélite. La misión pretende establecer una presencia humana permanente en el espacio profundo y lo aprendido sobre la superficie lunar será de utilidad para el próximo gran objetivo: enviar los primeros humanos a Marte.
Una indumentaria más flexible y resistente, mejoras en las botas y los guantes, un casco con luces y cámara de alta definición, más un elemento tradicional: el pañal. Así es el prototipo mostrado en Houston (EE UU) en negro y naranja, aunque el que llevarán los y las astronautas a partir de 2025 al suelo lunar probablemente sea blanco.
Habrá al menos seis vuelos tripulados y uno de ellos realizará el primer paseo espacial privado de la historia. Tres misiones cuentan con participación española y una de ellas estudiará la habitabilidad de las lunas heladas del sistema solar.