Un equipo del Centro de Regulación Genómica y la Harvard Medical School explica la manera en que diminutas criaturas unicelulares pueden aprender, un comportamiento considerado exclusivo de seres vivos más complejos. Los hallazgos podrían representar un cambio importante en cómo percibimos las unidades fundamentales de la vida.
Un nuevo estudio demuestra que los menores de dos y tres años distinguen los eventos imposibles e improbables. La vivencia de los primeros favorece su aprendizaje porque estos les impulsan a buscar explicaciones y les obligan a reevaluar lo que pensaban que sabían.
Un nuevo estudio en modelos de ratón y donantes humanos revela que la actividad del gen Snhg11 es fundamental para la función y formación de neuronas en el hipocampo y resulta menos activo en los cerebros con tres copias del cromosoma 21, lo que podría contribuir a la discapacidad intelectual. El hallazgo abre posibles vías para nuevas intervenciones terapéuticas.
Hasta ahora no había evidencia neurocientífica clara que explique por qué los menores aprenden de manera más eficiente que los adultos. Nuevas investigaciones indican que la clave está en las concentraciones de un neurotransmisor fundamental en el cerebro: en esta etapa sus niveles son más flexibles.
Dos investigadores de la New York University y la Universidad Pompeu Fabra han desarrollado una red neuronal capaz de aprender nuevos conceptos y asociarlos con otros ya existentes. Los autores afirman que el avance puede servir para mejorar las capacidades de herramientas de IA generativa como el ChatGPT.
El docente debe conectar los conocimientos nuevos que adquieren los alumnos con los que ya tienen en su memoria a largo plazo, explica esta científica especializada en aprendizaje y memoria. Con ella hablamos de los circuitos cerebrales asociados a lo innato y de aquellos que se refuerzan con las nuevas experiencias o gracias al contacto habitual con la música, los idiomas y los números.
Hasta ahora se pensaba que los chimpancés y algunas aves como los córvidos eran de los pocos animales no humanos capaces de transportar y utilizar varios utensilios para alcanzar un objetivo. Ahora, investigadores austriacos han comprobado que la cacatúa de las Tanimbar, protagonista de #Cienciaalobestia, también lo hacen para 'pescar' anacardos.
Utilizando finas capas de óxido de cobalto, investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona han logrado emular las sinapsis biológicas y las capacidades neuromórficas del aprendizaje. El experimento, realizado en el sincrotrón ALBA, supone un nuevo paso hacia los ordenadores inspirados en el cerebro.
Dicen quienes saben de desarrollo infantil que lo que colocas en las manos de una niña o un niño define, en gran medida, la persona adulta que será. Por eso nos lo pensamos a la hora de elegir qué regalarles. Etólogos, neurocientíficos y expertos en aprendizaje temprano coinciden en que cuanto más simple y menos realista es un juguete, más favorece el desarrollo de habilidades cognitivas.
Hasta ahora se creía que estos grandes simios aprendían siguiendo el modelo pasivo de sus progenitores. Sin embargo, un nuevo estudio muestra por primera vez que las madres orangután, protagonistas del #Cienciaalobestia, participan activamente en el aprendizaje de las habilidades de sus crías.