La sonda DART de la NASA ha impactado con éxito contra el asteroide Dimorphos, un acontecimiento que ha retransmitido en directo la agencia espacial estadounidense. Ahora habrá que esperar algunos días, incluso semanas, para confirmar si ha cumplido su objetivo: alterar ligeramente la órbita de este cuerpo celeste.
La nave DART de la NASA va a colisionar contra el pequeño asteroide Dimorphos de forma intencionada. El objetivo es cambiar ligeramente su trayectoria y probar una tecnología que podría utilizarse en el futuro para defender a nuestro planeta frente a posibles asteroides o cometas peligrosos.
La Administración Nacional del Espacio de China ha anunciado que está desarrollando un sistema para mejorar la capacidad de vigilancia, alerta y gestión de objetos que podrían impactar contra la Tierra. También planea enviar una misión en el año 2025 o 2026 para estudiar un asteroide potencialmente peligroso y actuar contra él.
A finales de esta década Apophis pasará cerca de nuestro planeta, a un décimo de la distancia a la que está la Luna. Investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid y la Universidad Estatal Paulista (Brasil) han simulado lo que sucederá con las piedras de su superficie y las partículas de su alrededor.
Astrónomos húngaros detectaron el pasado viernes 11 de marzo un nuevo asteroide: 2022 EB5, de entre dos y cuatro metros de diámetro. En menos de dos horas chocó contra la atmósfera terrestre y se desintegró cerca de Jan Mayen, una remota isla noruega. Es la quinta vez que se descubre un objeto de este tipo poco antes de entrar en la capa gaseosa de nuestro planeta.
Hace 66 millones de años, la colisión de un asteroide provocó la extinción de la mayoría de las especies animales de la Tierra. Pero no de todas, sorprendentemente. El periodo del año en que se produjo el impacto podría haber influido en estas desapariciones, según un equipo de investigación sueco. Los expertos han analizado los fósiles de peces que fallecieron de forma inmediata el día del desastre.
Tal y como habían previsto los astrónomos, un asteroide con un diámetro de un kilómetro se aproximó este martes a 1,9 millones de kilómetros de la Tierra. El acontecimiento fue registrado desde varios observatorios, como el de Pujalt en Barcelona.
Se pensaba que los asteroides ricos en agua habían llenado los océanos de nuestro planeta, pero ahora un equipo de científicos cree haber descubierto otra fuente inesperada e igual de importante: el viento solar, que activa la formación de moléculas de agua sobre los granos de polvo extraterrestre.
La NASA ha lanzado este miércoles la misión DART de defensa planetaria, diseñada para chocar contra el asteroide Dimorphos en 2022 y comprobar cuánto se desvía de su compañero Didymos. Ninguno de estos dos objetos supone una amenaza para la Tierra, pero la experiencia servirá por si hubiera que defenderse de otros en el futuro.