Esta animación refleja el contorno de una esfera diseñada con anillos de dobles hélices de ADN conectados entre sí. Foto: Science/AAAS
Con frecuencia, el único material biológico disponible para realizar identificaciones de personas o encontrar relaciones de parentesco es un ADN en estado muy degradado. En estos casos, los kits utilizados no arrojan un resultado positivo, ya que no se encuentra disponible todo el ADN. Ahora, Adrián Odriozola, bioquímico en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) ha desarrollado una herramienta para identificar personas mediante estos pequeños fragmentos de DNA.
Aunque se ha estudiado el efecto que factores ambientales como el clima tienen en la variabilidad genética de las poblaciones naturales, hasta ahora no se había abordado el papel que juegan las interacciones entre las especies de plantas a escala local. Un estudio conjunto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Rey Juan Carlos muestra por primera vez que estas interacciones entre distintas especies de plantas pueden determinar la estructura genética de sus poblaciones.
La Universidad de Cantabria (UNICAN) y el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla participan en un proyecto de colaboración internacional sobre la genética del Alzheimer a través del cual se han descubierto cinco nuevos genes responsables de la enfermedad. El estudio, realizado sobre una población de 20.000 pacientes con Alzheimer y 40.000 sujetos sanos como controles, ha permitido añadir los genes ABCA7, MS4A, CD33, CD2AP y EPHA1 a los otros cinco que ya se conocían (APOE, CLU, CR1, PICALM y BIN1).
Esta novedosa tecnología podría convertirse en una alternativa más sencilla y efectiva para analizar el ADN que las actuales vías.
La prestigiosa revista científica Nature Structural and Molecular Biology (NSMB) publica esta semana, en su edición digital, un artículo sobre la reparación del ADN que está firmado por varios investigadores, entre ellos el profesor de Genética de la Universidad de Cantabria Gabriel Moncalián Montes. El texto de investigación describe cómo se produce la interacción entre las proteínas Mre11 y Rad50 y su implicación en la reparación de ADN con roturas en la doble cadena.
Durante la mitosis el ADN cambia su tipología y pone en marcha a la enzima topo2, que contribuye a la separación de las cadenas.
Un estudio internacional, con participación española, demuestra que el ADN cambia su tipología y se ‘sobreenrolla’ durante la mitosis, el proceso previo a la división celular. Este fenómeno activa a la enzima “topoisomerasa II” para que realice su eficiente trabajo de separar las cadenas cromosómicas y se mantenga intacto el material genético.