Investigadores de España y EE UU han descubierto un mecanismo que explica por qué el ADN mitocondrial no se transmite del padre a la descendencia. La clave está en que los espermatozoides carecen de este ADN y de un factor de transcripción imprescindible para que se replique.
Un análisis de ADN mitocondrial ha revelado dos antiguos flujos de población europea hacia lo que hoy es Castilla y León: uno durante el periodo precampaniforme, entre 4240 y 3900 años a. C., y otro unos 700 u 800 años después, justo antes de desarrollarse la llamada cultura de Cogotas I.
La selección entre ADN mitocondriales depende de cómo estos afectan al metabolismo celular. Así concluye un estudio, publicado en Science Advances, que revela cómo la célula es capaz de reconocer la presencia de diferentes ADN de mitocondria y seleccionar de forma específica aquellos dependiendo de cómo influyen en su estado metabólico.
En el proceso de transferencia del ADN mitocondrial de las madres a su descendencia pueden darse diversos fallos. Por eso, un equipo del Centro Nacional de Investigadores Cardiovasculares ha buscado un mecanismo que previene estos posibles errores, el cual consiste en reemplazar las mitocondrias con alteraciones de la madre por mitocondrias de una donante sana.
Los datos sobre la neuropatía óptica hereditaria de Leber, causada por mutaciones en el ADN mitocondrial, presentan gran variabilidad, siendo el efecto de mutaciones simultáneas objeto de gran controversia. Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid han demostrado que tres mutaciones simultáneas, descritas por primera vez, provocan la misma disfunción que una sola.
Hasta ahora seguía siendo un misterio el origen de 28 individuos cuyos restos de más de 400.000 años de antigüedad se hallaron en los años 90 en la Sima de los Huesos en Atapuerca. Las características de los huesos los relacionaban con neandertales y el análisis de su ADN mitocondrial los asociaban con denisovanos, una especie extinta de Siberia. Ahora el análisis del ADN nuclear confirma que pertenecieron al linaje evolutivo de los neandertales.
Hace una semana se inauguró el monumento funerario a Miguel de Cervantes en el convento de Las Trinitarias de Madrid, pero ¿realmente guarda los restos del autor de El Quijote? Los historiadores y científicos que los han analizado están prácticamente seguros de que sí, aunque si se pudiera realizar un cotejo con el ADN de algún familiar se podría aclarar el misterio. Los huesos de la abuela, los bisabuelos y tatarabuelos maternos del escritor, todos de familia adinerada y enterrados en la iglesia de Arganda del Rey, podrían tener la llave.
Un equipo de investigadores españoles ha secuenciado por primera vez el ADN mitocondrial de los primeros agricultores del Oriente Próximo. Los expertos han analizado muestras de tres yacimientos situados en la cuna de las primeras prácticas agrícolas del Neolítico: el valle medio del Éufrates y el oasis de Damasco, situados en el territorio actual de Siria y datados hace unos 8.000 años antes de Cristo.
Un estudio sobre la evolución del ADN mitocondrial, realizado por investigadoras de la Universidad Autónoma de Barcelona, ha determinado la frecuencia y el patrón de heteroplasmia en todo el genoma mitocondrial de una muestra representativa de la población europea. Los datos concluyen que muchas de las mutaciones identificadas acaban por no fijarse en la población, debido a la actuación de mecanismos evolutivos como la deriva o la selección.
Un estudio internaciopnal liderado por el Museo Nacional de Ciencias Naturales ha revelado la gran diversidad de linajes genéticos del ADN mitocondrial de las aves forestales amazónicas. El estudio ha rastreado la variación del gen mitocondrial COI, utilizado en aves como 'código de barras' para identificar especies, en 41 tipos de aves de bosques neotropicales de Ecuador y la Guayana Francesa.