La aparición del cáncer se debe en parte a una acumulación de fallos en el ADN a lo largo del tiempo, por lo que generalmente se presenta en edades adultas. Sin embargo, en algunas ocasiones se origina en niños, lo que sugiere que estos pacientes nacen con una predisposición genética a desarrollar un tipo específico de cáncer, por lo que requiere de menos tiempo para producirse.