Estos expertos estarán coordinados por la Oficina Nacional de Asesoramiento Científico, que busca fomentar decisiones públicas fundamentadas en el conocimiento científico. Además, se ha creado una unidad específica en el CSIC para reforzar esta labor.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha reunido hoy con los 22 asesores científicos que se incorporarán a los ministerios para reforzar los puentes entre el Ejecutivo y la comunidad científica y contribuir así a la mejora del diseño de las políticas públicas.
Un total de 101 especialistas, procedentes de casi todas las comunidades autónomas y con experiencia en las áreas de especialización de los 22 ministerios, evaluaron las expresiones de interés presentadas para cada departamento. Tras este proceso, cada ministerio seleccionó a su asesor científico definitivo.
“Faltaba esa conexión de esos dos mundos en las dos direcciones: para que la evidencia científica sea traducida y sintetizada en tiempo y forma al tomador de decisiones, y para que, desde la política se pueda preguntar a los científicos”, apuntan fuentes de la Oficina Nacional de Asesoramiento Científico (ONAC).
El perfil de estos asesores estará enfocado en encontrar científicos expertos para cada pregunta que surja, con el objetivo de sintetizar si hay consenso o disenso o cuáles son las posturas que se plantea desde la ciencia.
Al ser pioneros en esta labor en España, se les hará un seguimiento y formación durante dos meses “porque proceden del mundo científico, pero muchos no han tenido contacto con la administración", señalan desde esta institución.
La ONAC está impulsando además la creación de una unidad para asesorar en materia científica al Gobierno en el CSIC, con el objetivo de reforzar los recursos de consultoría científica y facilitar el acceso al conocimiento científico de todo el ecosistema de ciencia y tecnología del país.
Para el diseño y funcionamiento de esta Oficina, se ha contado con la experiencia de países y organismos supranacionales que cuentan con diferentes modelos y ecosistemas de asesoramiento científico al Ejecutivo.
Estos 22 asesores han sido elegidos en un proceso transparente y objetivo basado en méritos, que ha sido codiseñado y coimplementado por la comunidad científica, representada por más de 100 profesionales de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE), el Instituto España, la Federación de las Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME), y la red SOMMa, que reúne a 68 Centros de Excelencia Severo Ochoa y Unidades de Excelencia María de Maeztu.
Los científicos seleccionados entre 1.601 candidatos provienen de diversas disciplinas académicas: ciencias sociales, economía, derecho, bioquímica, ingeniería, ciencias del comportamiento y matemáticas. En muchos casos, cuentan además con una dilatada experiencia en labores de asesoramiento, tanto a instituciones nacionales como internacionales.
Con una media de edad de 47 años, están formados por doce mujeres y diez hombres, con perfiles que combinan trayectorias consolidadas y emergentes (la mitad tiene entre 35 y 45 años, y nueve superan los 50).
En términos profesionales, cinco son catedráticos de universidad, ocho profesores titulares o científicos titulares de organismos públicos de investigación o equivalentes, cinco contratados laborales en universidades o centros de investigación, dos son asesores científicos en la Comisión Europea y dos en organismos nacionales. La diversidad geográfica también es notable: ocho proceden de Madrid, siete de Andalucía, tres de la Comunitat Valenciana, dos de Cataluña, y uno de Aragón y Galicia.
La red de asesores estará coordinada por ONAC de la Presidencia del Gobierno, y trabajará en estrecha colaboración con la red de expertos del CSIC, la Comisión Europea y otras redes científicas internacionales.
Dirigida a la sociedad en su conjunto, la Oficina de Ciencia y Tecnología del Congreso de los Diputados ha lanzado una consulta pública para recoger propuestas y sugerencias sobre cuestiones destacadas y a los que la ciencia pueda contribuir.
Un estudio de las universidades Carlos III de Madrid y de Houston (EE UU) muestra que los votantes tienen más en cuenta la ideología y marca de un partido cuando se presentan listas cerradas, como en España. Sin embargo, cuando son listas abiertas, la ciudadanía vota de manera más personal, según las características de cada candidato.
