Con la ayuda de esquimales inuit, los científicos han logrado acercarse a los tímidos narvales, protagonistas de nuestro #Cienciaalobestia, para grabar sus sonidos bajo las aguas de un fiordo de Groenlandia. Así han descubierto los silbidos que emiten para comunicarse y los clics con los que ecolocalizan a los peces, a los que acaban cercando con un zumbido de motosierra.