¿Cuánta fortaleza física poseían las primeras agricultoras? La respuesta la ha obtenido un equipo de científicos de la Universidad de Cambridge al comparar sus huesos con los de atletas de élite modernas. Su investigación apunta a que durante los primeros 6.000 años de agricultura en Europa Central, las mujeres prehistóricas hicieron trabajos manuales intensivos superiores a los que realizan las remeras deportivas actuales.
Las estructuras cerebrales de las mujeres maduran antes que las de los hombres y tardan más en atrofiarse durante la vejez. Son algunos de los resultados de uno de los mayores estudios realizados hasta ahora sobre el desarrollo del cerebro humano, una investigación en la que han participado dos universidades de Valencia.
A pesar de que los casos de enfermedad de Crohn han aumentado, son los propios afectados los que buscan apoyo social y emocional para entender y afrontar la patología. Un nuevo estudio revela el desconocimiento de los médicos a la hora de planificar las estrategias de tratamiento y seguimiento de los afectados. La prevalencia de este trastorno ha aumentado en las últimas décadas y en la actualidad alcanza las 50-200 por cada 100.000 personas.
Hace 95 millones de años, una tortuga de río se adaptó a ambientes marinos y realizó una migración extraordinaria desde el antiguo continente de Gondwana, que agrupaba lo que hoy es África y Sudamérica, hasta Laurasia, la masa continental del norte de la que formaban parte Europa, Asia y Norteamérica. Sus restos, hallados en la localidad de Algora en Guadalajara y en Portugal, son prueba del primer evento de dispersión conocido de una tortuga desde Gondwana.
Un nuevo estudio identifica el mecanismo de segmentación y consolidación del recuerdo de experiencias a largo plazo. Tal y como afirman los autores, existen eventos ‘frontera' que delimitan y reactivan el recuerdo de la secuencia de hechos previa con el fin de almacenarla en la memoria como si fueran episodios delimitados.
¿Qué opina la sociedad sobre CRISPR? Un equipo de investigación ha analizado las opiniones de los ciudadanos de diez países, entre ellos, España. El estudio revela que una amplia mayoría está a favor de editar genes para tratar dolencias; pero existen reticencias al uso de esta tecnología para mejorar las capacidades del individuo.