A más de 50 km/hora, los colibríes son capaces de evitar objetos en pleno vuelo y de pararse repentinamente ante los obstáculos. Un estudio revela, por primera vez, que estos diminutos pájaros, protagonistas de nuestro #Cienciaalobestia, emplean una estrategia diferente a la de los insectos para guiarse sin colisionar: se basan en los cambios de tamaño de los objetos y no en la velocidad a la que estos pasan a su lado.