Investigadores canadienses han identificado contaminantes emergentes y de larga duración en las orcas, protagonistas de #Cienciaalobestia. Estos compuestos aparecen en productos humanos de uso cotidiano y podrían afectar a la salud de cetáceos en peligro de extinción. Su hallazgo en depredadores superiores también indica que son una amenaza para toda la cadena alimentaria.