El mayor estudio realizado hasta el momento, con datos de más de 2.000 revistas y cinco millones de autores, concluye que las investigadoras tuvieron menos oportunidades para realizar trabajos y publicarlos que sus compañeros a comienzos de la pandemia. El trabajo alerta de las consecuencias a largo plazo sobre la carrera de las científicas.
Expertos en paleogenética, ética y conservación museística han acordado unas normas mínimas para investigar el ADN antiguo. Entre ellas destacan el compromiso a que los datos genéticos obtenidos sean de dominio público y a colaborar con grupos de interés para garantizar el respeto y la sensibilidad a los grupos nativos implicados.
Más de 60 especialistas, entre los que se encuentran arqueólogos, antropólogos, conservadores y genetistas de 24 países distintos, han desarrollado un decálogo ético internacional que regula la investigación en paleogenómica. El documento, que ha sido traducido a 23 idiomas hasta ahora, promueve que esta joven disciplina siempre mire al pasado con el respeto que merecen todas las personas que vivieron.
El hallazgo de un conjunto de artefactos de madera en Terranova, Canadá, del año 1021 confirma la presencia de los nórdicos en el continente. Los científicos han logrado datar por radiocarbono, y con gran precisión, la madera con la que se hicieron los materiales que utilizaron los que pudieron ser los primeros humanos en cruzar el Atlántico.
Un estudio del CSIC ha colocado filtros de aire en distintas zonas de un hospital para analizar las estancias que albergan una mayor concentración de material genético del virus causante de la covid-19. Esta metodología podría ser utilizada para mejorar la calidad del aire y prevenir la infección de los sanitarios.
Un equipo de la Universidad Miguel Hernández de Elche ha utilizado electrodos directamente en la corteza visual de una persona invidente. La estimulación que produce el microdispositivo desarrollado por los científicos genera percepciones visuales con una resolución mucho más alta de lo que se había conseguido hasta la fecha.
Tras un mes del comienzo de la erupción en la isla de La Palma podemos afirmar que nos encontramos ante uno de los fenómenos de mayor envergadura de los previsibles en Canarias, si lo comparamos con la mayoría de las erupciones históricas vividas hasta hoy. Estamos viviendo una erupción estromboliana, pero de las fuertes. La explosividad es mayor que la media y con una cantidad de material expulsada considerable.