En California, los investigadores del Laboratorio Long Marine y la leona marina Ronan han puesto en entredicho las teorías sobre la capacidad rítmica animal. Después de que los científicos le enseñaran a mover su cabeza al oír ciertos ritmos, la loba de mar ha aprendido a hacerlo con melodías que jamás ha escuchado antes. Se pensaba que esto solo podían hacerlo los loros, además de los humanos.