La escasa agua que todavía conserva la atmósfera marciana no está confinada en su capa inferior como se pensaba, sino que asciende a la superior, donde se convierte en hidrógeno atómico que escapa al espacio, según los datos recogidos por la sonda MAVEN de la NASA. El fenómeno se hace más evidente durante el verano austral y las tormentas de polvo del planeta rojo.
Una nueva herramienta ha logrado realizar por primera vez estudios a gran escala de la evolución de los vertebrados comparando los genomas de más de 600 especies de aves y mamíferos. Los resultados, publicados en tres estudios de la revista Nature, arrojan luz sobre cómo las especies se relacionan entre sí.