El estudio de más de 600 herramientas de la zona norte del asentamiento, llevado a cabo por investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona, indica que fue un poblado complejo y de larga duración, y no un mero lugar de reuniones temporales ni un santuario. La investigación también revela que se basaba en una economía cooperativa y diversificada.
Un nuevo estudio revela que ellas utilizan más el smartphone que otros géneros y presentan mayor temor a la crítica social en línea. Los autores apuntan que “podrían necesitar estrategias específicas de prevención y apoyo, ya que están más expuestas a sufrir por esta dependencia tecnológica”.