Una original exposición fotográfica intenta concienciar sobre el calentamiento del planeta poniendo cara y nombre a victimas del cambio climático. Son agricultores o pescadores que sufren de forma directa el deterioro del planeta. Las fotografías expuestas cuentan la historia de Antonio, que recoge algas en Galicia, de Julio, que tiene un vivero en La Mancha, o de Eduardo, que fotografía paisajes de montaña.
En Jaén, los agricultores ven cómo los cambios bruscos de temperatura estropean sus olivos. Y en los restaurantes, los chefs tienen que adaptar sus menús a los nuevos tiempos. La dichosa crisis es también una crisis de recursos. El planeta nos está dictando su particular plan de ajuste.