No se trata de un mito. Un estudio de la Universidad de Navarra revela que las personas que dejan de fumar suelen ganar peso rápidamente. Pero los fumadores que han analizado también engordaron más que los que nunca habían fumado. Los investigadores han analizado el estilo de vida de 7500 personas y la conclusión es que al tener hábitos menos saludables tienden al sobrepeso. Si están decididos a dejar el tabaco, no se preocupen por los kilos. Siempre será mejor ganar peso que las consecuencias de seguir enganchado a la nicotina.