Hasta ahora solamente era una posible causa de cáncer. Ahora la advertencia se eleva al máximo equiparándolas al tabaco, el arsénico o el gas mostaza. Así las cabinas de rayos UVA son ya oficialmente causa de cáncer. Según los últimos datos este tipo de lámparas de bronceado incrementan en un 75% las posibilidades de sufrir un melanoma si se usan antes de los 30 años aunque todo depende del uso que se les dé. La normativa española obliga, entre otras cosas, advertir de los riesgos a sus clientes, pero siempre lo más importante es el sentido común.