Se estira hasta seis veces su tamaño normal, detecta la presión y emite luz. La nueva piel artificial desarrollada por un equipo de estudiantes de la Universidad de Cornell (EE UU) –dirigido por Robert Shepherd, profesor de ingeniería mecánica y aeroespacial– suena futurista, pero toma sus características de la naturaleza.
Diseñada al estilo de la de los pulpos, esta epidermis electroluminiscente podrá colocarse sobre los robots blandos, acompañar sus movimientos y permitir que cambien de color.