La pandemia del coronavirus ha provocado un inusual aumento de las eclosiones de tortuga golfina (Lepidochelys olivacea) en el estado mexicano de Sonora.
En lo que va de temporada de eclosión, desde el 22 de octubre hasta el 4 de noviembre, ya han nacido unas 2.289 tortugas en la playa Mancha blanca del Desemboque, en el municipio de Pitiquito. Una cifra que incrementa por cuatro el número habitual de nacimientos, que ronda las 500 nuevas tortugas anuales en esta playa.
El tráfico de sus huevos y la pesca, tanto ilegal como accidental, son los factores principales que amenazan la conservación de la especie. Por ello, desde la coordinadora de la comunidad indígena local consideran que la ausencia de actividad en la zona durante la pandemia ha podido beneficiar al desarrollo de las tortugas.
Esta especie, de la familia Cheloniidae, es la más pequeña de las tortugas marinas, llegando a medir 70 centímetros y alcanzando un peso alrededor de los 40 kilos. Su nombre se incluye en el listado de especies en peligro de extinción, según la norma oficial mexicana.