Cardiólogos pediátricos del Hospital del Vall d'Hebron de Barcelona han implantado con éxito un nuevo dispositivo a un bebé que nació con una alteración grave del corazón, una malformación congénita en la pared que separa las dos aurículas que no respondió a ningún tratamiento.
Según ha informó ayer el hospital barcelonés, pese a la medicación que se le dispensó en los primeros meses de su vida, su estado no mejoraba y cuando tenía cinco meses le practicaron un cateterismo cardíaco para corregir la malformación usando, por primera vez en el mundo en un niño tan pequeño, un nuevo dispositivo que ha permitido tratar su cardiopatía congénita. La alteración grave en el corazón de Walild ya fue detectada durante el embarazo por los médicos de la Unidad de Cardiología Fetal del Área Maternoinfantil del Vall d'Hebron.