El avión Solar Impulse II despegó ayer del aeropuerto de Al Batin, en la capital de los Emiratos Árabes Unidos, para dar la vuelta al mundo en 12 etapas sin combustible, propulsado únicamente por la energía solar. Con las luces del amanecer, el piloto suizo André Borscheberg tomó impulso a los mandos del prototipo –el segundo de su generación– y se despegó del suelo silenciosamente rumbo hacia la meta de su primera travesía, Mascate, capital del sultanato de Omán, donde aterrizó tras 12 horas de vuelo.
Junto al piloto, también toma parte en esta aventura Bertrand Piccard, con quien Borscheberg se turnará a los mandos de la nave. Dos centenares de personas en autobuses descubiertos se trasladaron hasta el lugar para ser testigos del comienzo de esta aventura solar, que pretende marcar un hito histórico: recorrer 35.000 kilómetros sin emplear una sola gota de combustible sólido. Los invitados que presenciaron su partida tomaron posiciones a las 06.00 de la mañana, hora local, para poder contemplar en primera fila el despegue, que quedó registrado a las 7:12 horas (3:12 GMT).