El Ártico podría estar libre de hielo en verano en menos de una década si éste sigue disminuyendo al ritmo del pasado año por el calentamiento global. Esta es una de las estimaciones recogidas en el estudio de los impactos sobre el calentamiento global sobre los ecosistemas polares. Este informe, publicado por la fundación BBVA, ha sido presentado esta mañana por uno de sus autores, el investigador del Consejo superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Carlos Duarte.
Duarte, junto con varios científicos internacionales y españoles, alertan en este estudio de que las áreas polares son las que más velozmente se están calentando, casi dos veces más rápido que el resto del planeta y auguran en el Ártico una pérdida de hielo y una reducción de su superficie a menos de tres millones de kilómetros cuadrados a finales de este siglo. La situación es alarmante desde septiembre de 2007, cuando se produjo se perdió una cantidad de hielo equivalente a la pérdida de los últimos 15 años.
Estos efectos, de momento, sólo tienen explicación si se apunta como causa principal la acción del hombre, responsable de aspectos claves del calentamiento global, como el efecto invernadero.
Habrá que esperar hasta septiembre para confirmar el estado de los ecosistemas polares, los frentes de batalla frente al cambio climático. Pero todo apunta a que el Ártico la situación es ya muy preocupante.