Tras el accidente en la mina de cobre de Boliden Apirsa en Aznalcóllar, Sevilla, el 25 de abril de 1998, casi un centenar de investigadores liderados por el CSIC se organizaron para emitir un informe científico sobre el impacto del vertido sólo cuatro días después del desastre. Algunos de los expertos que protagonizaron la gestión científica del mayor desastre ambiental de la historia en España hablan de la respuesta dada por la investigación durante estos diez años y se lamentan de que no se hayan sistematizado este tipo de actuaciones.