Isabel Zendal, la primera enfermera de la historia en misión internacional

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Ilustración Isabel Zendal / Curro Oñate

Isabel Zendal Gómez nació el 26 de febrero de 1773 en el municipio de Ordes (A Coruña) en el seno de una familia de agricultores con escasos recursos económicos. Cuando tenía trece años, su madre falleció de viruela, por lo que tuvo que abandonar su casa familiar para ponerse a trabajar.

Zendal comenzó a trabajar en el Hospital de la Caridad de A Coruña con veinte años, primero como ayudante y después como rectora. En 1793 nació su hijo Benito Vélez, al que crio como madre soltera.

En 1803, Zendal dejó su puesto como rectora del Orfanato de la Caridad en La Coruña para participar en la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, capitaneada por el médico español Francisco Javier Balmis y financiada por el rey Carlos IV. Tenía como objetivo llevar la vacuna de la viruela a los territorios españoles de ultramar, ya que la alta letalidad del virus estaba ocasionando la muerte de miles de niños.

Se embarcaron 22 niños huérfanos, entre los que se encontraba el hijo de Zendal. Los niños tenían edades entre tres y nueve años, y se les iría inoculando la vacuna de la viruela.

Zendal fue la encargada de mantener viva la cadena de vacunación entre los niños que portarían la vacuna, siguiendo un proceso que comenzaba inoculando el virus a dos niños a los que se separaba del resto; al final del proceso patológico se les extraía el líquido de sus pústulas, que se inoculaba a los dos niños siguientes, y así sucesivamente hasta llegar a Sudamérica.

El 30 de noviembre de 1803 zarpó la expedición desde el puerto de La Coruña en la corbeta María Pita hacia Santa Cruz de Tenerife y tras un mes vacunando partieron de nuevo y llegaron a Puerto Rico el 9 de febrero de 1804.

El 7 de febrero de 1805 la expedición partió de Acapulco rumbo a Filipinas a bordo de la fragata Magallanes con un grupo de 26 niños y llegaron a Manila el 15 de abril. En Filipinas se quedó el resto de la expedición para continuar el trabajo y devolver posteriormente los niños a México.

El jefe de la expedición Balmis embarcó para volver a España, y tras una escala en Santa Elena y desembarcar en Lisboa, llegó a España para dar cuenta al rey del éxito de la campaña. Zendal permaneció en Puebla (México) con su hijo, y jamás volvieron a España.

Se calcula que se vacunaron unas 250.000 personas, gracias a la que se considera la primera expedición sanitaria internacional de la historia. El propio descubridor de la vacuna de la viruela, Edward Jenner, escribió sobre la expedición: “No puedo imaginar que en los anales de la Historia se proporcione un ejemplo de filantropía más noble y más amplio que este”.

En 1950 la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró a Zendal como la primera enfermera de la historia en misión internacional.

Fuente:
SINC
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