El 19 de julio de 1799 el capitán francés Pierre-François Bouchard, en el pueblo egipcio del delta del Nilo denominado Rosetta (también llamado Rashid), se topó con la llamada piedra Rosetta cuando las tropas capitaneadas por Napoleón Bonaparte se encontraban en lucha contra las de Gran Bretaña en las tierras de Egipto. La piedra puso por primera vez a disposición de los estudiosos un texto en egipcio jeroglífico (idioma desconocido hasta entonces) y en griego.