Tras una lucha de cinco décadas tratando de que se reconociese el envenenamiento por berilio de miles de trabajadores, en 1992 el presidente Bill Clinton instó al Congreso a legislar toda una serie de compensaciones para los afectados. Durante ese tiempo, al menos 26.000 trabajadores se habían expuesto al berilio. Gracias a su presión, el Congreso de EEUU finalmente aprobó un programa para compensar a los afectados, que posteriormente aumentó su alcance a otras enfermedades laborales como la silicosis crónica y la radiación
El berilio es un elemento químico que, gracias a características como su bajo peso, resistencia a la corrosión o buena conductividad eléctrica, se utiliza mucho en la industria electrónica, aeroespacial, atómica o de defensa. Sin embargo, el berilio tiene un problema: la exposición a este elemento tiene graves consecuencias para la salud, y puede causar la enfermedad por berilio, aguda o crónica según el nivel y la duración de la exposición.